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Con la pandemia global han surgido muchas barreras al comercio internacional. La OMC se ha pronunciado varias veces al respecto en lo que va de 2020. En sus informes indica que las nuevas prohibiciones y restricciones a la exportación afectan principalmente a suministros médicos como mascarillas, fármacos, respiradores y otros equipos médicos. Algunas de las medidas han ampliado los controles, por ejemplo, a los productos alimenticios y papel higiénico. Un cierto grado de desacoplamiento internacional es inevitable a raíz del coronavirus, cuando el crecimiento económico de China continuará desacelerándose, país donde surgió el famoso “virus de Wuhan” que ha afectado a todos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica una recuperación de solo un crecimiento del 1,2% para todo 2020. Se espera que las exportaciones, que comprenden alrededor del 18% del PIB, caigan hasta la mitad en el primer semestre y las ganancias industriales en un 25% según el organismo.

Tras el análisis de la OMC, el comercio mundial de mercancías se desplomará entre 13% y 32% en 2020 debido a la pandemia de COVID-19. Se espera una recuperación del comercio apenas en 2021, pero depende de la duración del brote y de la efectividad de las respuestas de política de los líderes mundiales. Casi todas las regiones sufrirán caídas de dos dígitos en los volúmenes de comercio en 2020. El comercio probablemente disminuirá en sectores con cadenas de valor complejas, muy ligados a China y Asia. El comercio de servicios se verá sin dudas afectado por el COVID-19 a través de restricciones de transporte y viaje, la industria del turismo ya está en una grave depresión.

Unos a favor de extender la cuarentena y otros a favor de salir y reactivar la economía cuanto antes. Debates que se realizan en prácticamente todos los países del mundo. La demanda internacional de productos médicos por ejemplo para luchar contra la pandemia ha alcanzado niveles insólitos. Todos los países dependen del comercio internacional y las cadenas de valor para obtener dichos productos, lo cual constituye un desafío para el transporte internacional y más en el caso de carga aérea, que va de la mano del transporte de pasajeros que es negativamente afectado por el distanciamiento social.

Los agentes económicos están teniendo que hacer frente a un alto grado de incertidumbre. Bajo el escenario optimista, la recuperación será lo suficientemente fuerte como para acercar el comercio a su tendencia previa a la pandemia, mientras que el escenario pesimista solo prevé una recuperación parcial. Después de la crisis financiera de 2008, el comercio nunca volvió a su tendencia. Es más probable un fuerte repunte si las empresas y los consumidores ven la pandemia como un shock temporal. En este caso, el gasto en bienes de inversión y de consumo durables podría reanudarse en niveles cercanos a los anteriores una vez que la crisis disminuya y vaya desapareciendo. Por otro lado, si el brote se prolonga y la incertidumbre recurrente se generaliza, es probable que las familias y empresas gasten con más moderación y muchas decisiones de compras se anulen por un tiempo.

Los próximos meses del año 2020 representan un gran desafío para la historia económica de la humanidad, y en especial de los líderes tanto de gobierno y de oposición que hacen vida en cada país del mundo y que de ellos depende como cada sociedad afronta y sortea con éxito o no esta nueva crisis humana llamada COVID-19 y con sus correspondientes repercusiones políticas, económicas y sociales.

Rogelio Guevara Cantillo

Fuente: El Pitazo