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La nueva versión de la norma SA del Sistema de Nomenclatura Armonizado entró en vigor el 1 de enero de 2017.

Desarrollado por la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y adoptado en 1983, esta es la sexta edición de este estándar global utilizado por más de 200 países, Zonas Económicas o uniones aduaneras (incluyendo las 154 Partes Contratantes en el Convenio del SA) para la clasificación de mercancías en el comercio internacional.
“Teniendo en cuenta el papel fundamental que desempeña este instrumento para facilitar el comercio a la hora de garantizar la conectividad entre los actores del comercio, instaría a su rápida aplicación por la aduana y por los sectores públicos y privados en todo el mundo”, dijo el Secretario General de la OMA, Kunio Mikuriya.
La edición 2017 de la Nomenclatura del SA incluye 5.386 subpartidas de seis dígitos (en comparación con 5.205 en la edición de 2012). El SA es utilizado por los países como base para sus aranceles nacionales de aduanas y para la recopilación de estadísticas del comercio internacional. La Organización Mundial del Comercio y los distintos países utilizan el SA como el lenguaje de intercambios para los fines de las negociaciones comerciales, y como base para la determinación del origen de las mercancías. Sin embargo, las modificaciones introducidas en el SA reflejan algo más que una necesidad de datos estadísticos o la fijación de tarifas; permiten que el comercio de bienes, especialmente los que tienen un impacto social y ambiental, sean monitoreados y controlados. Las modificaciones introducidas en el SA en las últimas décadas reflejan esta preocupación, los problemas ambientales y sociales de interés mundial, siendo las principales características de las modificaciones del SA 2017, como ya fue el caso en el anterior, edición 2012.
La mayoría de los cambios en esta última edición del SA fueron motivadas por la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO). Estos incluyen modificaciones para el pescado y los productos pesqueros, con el objetivo de mejorar aún más la cobertura de las especies y formas de producto que necesitan ser controlados por motivos de seguridad alimentaria y para una mejor gestión de los recursos.
SA 2017 también cuenta con ciertas disposiciones de clasificación introducidos con el fin de controlar el comercio de productos tales como sustancias controladas en virtud del Convenio sobre las armas químicas, sustancias químicas peligrosas controladas en virtud del Convenio de Rotterdam, y los contaminantes orgánicos persistentes controlados en virtud del Convenio de Estocolmo.
También se centra en productos forestales, con el objetivo de mejorar la cobertura de las especies de madera con el fin de obtener una idea más clara de los patrones de comercio, incluyendo el comercio de especies en peligro de extinción. Otras modificaciones se debieron a cambios en los patrones de comercio internacional, procesos de fabricación y los avances tecnológicos, así como los esfuerzos para simplificar el SA.
En total, la edición 2017 se compone de 233 conjuntos de enmiendas: 85 relacionadas con el sector agrícola; 45 al sector químico; 13 para el sector de la madera; 15 para el sector textil; 25 al sector de la maquinaria; 18 al sector del transporte, y un adicional de 32 que se aplican a una variedad de otros sectores.
Nueve grupos de modificaciones complementarias en el respeto de la partida 44.01, y ciertas subpartidas del capítulo 44 (Madera y artículos de madera, carbón vegetal de madera), fueron aceptados en una etapa posterior.