Entre lo urgente y lo importante: recuperar la competitividad

Posted by Anibal

Aunque el Gobierno aplicó medidas para favorecer el desarrollo del comercio internacional,los cambios aún resultan insuficientes; infraestructura y presión fiscal, al tope de la agenda

Ecomercio internacional argentino sigue buscando un horizonte claro mientras se debaten cuestiones que aunque no menores (como la situación de la Aduana, acuerdos internacionales, etc.) no deben hacernos perder el foco de la discusión mayor y superadora que debemos darnos en post de un desarrollo sustentable.

Todos los actores, fundamentalmente el Gobierno, comprendieron que las medidas tomadas al inicio de la gestión eran necesarias pero no suficientes. Los efectos de estas resoluciones tuvieron ganadores y perdedores que no son materia de análisis ahora.

Entre todas las discusiones, la llamada “Agenda de la competitividad” busca conservar protagonismo frente a la coyuntura que, por urgente, demanda permanente atención de los medios, pero inevitablemente todo está relacionado y, en mayor o menor medida, afecta nuestra competitividad.

Vale la pena aclarar que cuando hablamos de competitividad en comercio internacional no nos referimos exclusivamente a una situación meramente numérica. No podemos reducirla a una cuestión de precios y costos, sino que la complejidad que la contiene apunta a las competencias que tenemos en los distintos bienes y servicios transables respecto del mundo.

Como si fuera una luz al final del túnel, se establecieron dos cuestiones clave en esta discusión: la infraestructura y la presión impositiva. Todos coinciden que la situación actual de ambas atenta contra la competitividad de nuestro país, especialmente de las economías regionales.

Infraestructura

Por el lado de la infraestructura la esperanza está puesta en el mentado Plan Belgrano y el nuevo esquema portuario. Ambos proyectos, ambiciosos y revolucionarios, demandarán un gran esfuerzo fiscal para llevarlos adelante y, por supuesto, mucho tiempo.

Por el lado de la presión impositiva aún no se ha avanzado claramente, pero todos coinciden en que el tema merece un urgente y amplio debate.

Sin embargo, no debemos dejar de lado otros elementos igualmente importantes como la lucha contra la corrupción y la inseguridad, el cuidado del medioambiente y la innovación tecnológica.

Todas esas cuestiones, alineadas en un mismo sentido, permitirán a nuestro país retomar la competitividad e incursionar exitosamente en las llamadas cadenas de valores globales, que aparecen hoy como una arista destacada del sistema internacional de comercio.

Vuelta de hoja

La vuelta de hoja que pretendemos dar, está justamente referida al mientras tanto, es decir a todo aquello que implica el proceso por el cual debemos transitar para alcanzar los objetivos.

El mientras tanto es un trabajo transitorio entre la situación actual y la deseada. Ese camino que debemos recorrer comenzó en diciembre y continúa.

En ese sentido podemos mencionar que recientemente se han eliminado algunas distorsiones. También se está trabajando en disminuir la permanencia de las mercancías en los recintos portuarios y depósitos fiscales, en controles no invasivos y basados en la inteligencia conforme a las herramientas informáticas disponibles, que tanto AFIP como la Aduana han desarrollado en los últimos años.

Evitar la discrecionalidad, y el correcto uso de las facultades de control de los funcionarios de los distintos organismos que intervienen en nuestro comercio internacional, permitirá eliminar costos innecesarios y ocultos de las exportaciones e importaciones. Una mayor transparencia en las gestiones y una rápida ejecución de las mismas, son caras de una misma moneda.

Agilizar las devoluciones de IVA, simplificar aún más los procesos de gestión y pago de los reintegros de exportación, dotará a las empresas de mayor disponibilidad financiera para dinamizarlas.

La VUCE, en marcha

Canalizar todas las gestiones de nuestra actividad a través de la VUCE (Ventanilla Unica de Comercio Exterior), es un objetivo inmediato de este proceso (la semana pasada el Gobierno publicó el decreto por el que se pone en marcha el régimen).

Sumado a todo esto, insistimos en que es imperioso revisar de una forma innovadora la presión impositiva, que afecta cada eslabón de la cadena. No podemos caer en las mismas trampas del pasado. Es necesario estimular el desarrollo de un comercio internacional sano y positivo, como una herramienta más de la actividad económica, tal como ocurre en cualquier país serio.

Esta pretendida vuelta de página debe ponernos de cara a la competitividad, para que cuando las inversiones en infraestructura estén realizadas y formen parte del engranaje productivo de nuestro país, logremos posicionarnos fuertemente como un proveedor confiable, no sólo de alimentos con alto valor agregado sino también de innovaciones tecnológicas.

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