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En un llamado a actuar rápido, la Cancillería, que conduce Felipe Solá, reunió a referentes del sector privado con interés exportador para informarles sobre mercados nuevos o que ofrecen posibilidades para ampliar las exportaciones en el corto plazo. El relevamiento surgió a partir de un pedido del organismo a las representaciones argentinas en el exterior. Se recibieron 93 respuestas, pero no todas se consideraron oportunidades. Quedaron 62.

Los mercados nuevos para explotar o para profundizar las ventas adquirieron esa condición debido a las consecuencias de la crisis sanitaria, que obligó a los gobiernos a priorizar el abastecimiento de alimentos, a agilizar el acceso de productos importados o a buscar alternativas al tipo de comercio internacional que tenían hasta antes de la llegada del coronavirus, que también tuvo impactos negativos en la mano de obra y la producción de muchos estados.

Egipto, por ejemplo, es uno de los países que por los próximos meses priorizarán el abastecimiento de alimentos. En el informe que la embajada argentina en ese país envió al Gobierno se señala que «las autoridades han suspendido por tres meses la exportación de todo tipo de legumbres, y se han focalizado en aumentar las reservas de alimentos estratégicos para satisfacer la demanda local ante una potencial escasez de divisas para la importación de alimentos», al tiempo que el gobierno egipcio buscará importar un millón de toneladas de trigo en el mediano plazo.

Rusia, en tanto, integra un grupo de países que cambiaron las reglas a las importaciones. Según el informe de la embajada argentina allí, el Consejo de la Unión Económica Euroasiática decidió que Rusia se encuentra «habilitada para importar productos alimenticios de países no pertenecientes al bloque» por un tiempo limitado. Entre ellos, figuran productos de «importación crítica», como el trigo sarraceno, el centeno, la papa y la cebolla, entre otros. Otros países, como Marruecos, bajaron o eliminaron temporalmente los aranceles a la importación de animales.

En otros casos hubo cambios en los proveedores de países como Bolivia o Uruguay. Mientras el gobierno de Jeanine Áñez manifestó preocupación por la posible caída de la importación de insumos para la campaña sojera proveniente de China, la administración de Luis Lacalle Pou ya evalúa una posible sustitución de países proveedores de alimentos por la baja en la producción.

En otra categoría figuran también otros países en el que el Gobierno identificó oportunidades debido a la caída en la producción. Integran ese listado China (restricción de movimientos por la cuarentena, a lo que se sumó la fiebre porcina) e India (falta de mano de obra).

«Hemos atendido a las condiciones que ha creado la pandemia porque ha provocado una modificación en las demandas, en la importancia de algunos tipos de productos y en la actitud de algunos países. La crisis sanitaria afectó el consumo de alimentos, que conlleva oportunidades y problemas», había dicho Solá en la reunión con el sector privado, que compartió con el Secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, y con el subsecretario de Promoción del Comercio e Inversiones, Pablo Enrique Sívori.

El grueso de los nuevos mercados se encuentra en Asia y Oceanía (56). Le siguen en el listado Europa (51), América del Sur (31), África Subsahariana (24), Medio Oriente (23), América Central y el Caribe (20), África del Norte (16), Eurasia (13) y América del Norte (8).