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La Argentina redujo un 50% su participación en el total de las importaciones brasileñas en 16 años

“Las perspectivas de Brasil para 2017 no son buenas, pero son mejores que las de este año”, aseguró Gustavo Segré, director de Center Group, durante su presentación en el Congreso de Protagonistas realizado días atrás en la UCA. Segré pronosticó una caída del PBI en 2016 cercano al 3,6% y un achicamiento de la economía, aunque aclaró que no es una mala noticia considerando que las previsiones hasta la salida de Dilma Rousseff apuntaban a una baja de hasta 4%.

En su análisis político explicó que la destitución o no de Dilma no se definirá hasta finales de agosto y el presidente interino, Michel Temer, asumió con medidas fuertes para generar acciones proactivas que mejoren la percepción y la realidad de la economía. En ese sentido, señaló, “el Congreso ya le autorizó un déficit fiscal de US$ 52.000 millones previsto para 2016, lo cual resulta importante debido a que en los primeros meses del año, cuando Rousseff envió el déficit, el Congreso no se lo aprobó. A Temer, en dos semanas, le aprobaron el doble de lo que había propuesto su antecesora”.

Desde una visión empresaria argentina, dijo que

“si tenemos un buen proyecto, no se debería mover la aguja de nuestro factor de exportación”, tras agregar que en estos días “el dólar cotizó a 3,20 reales, lo cual es una muy buena noticia ya que las exportaciones argentinas resultan más baratas. Y se espera para 2017 que esté por debajo de los 3,5 reales”.

Consultado por la relación comercial entre ambos países, Segré aseguró: “No me preocupo mucho con la demanda de Brasil porque estamos muy poco preocupados con la oferta de Argentina”.

El especialista dijo que pasamos de exportarle (en 2000) el 12% de todo lo que consumía a venderle hoy apenas el 6% de lo que compra. “Perdimos el 50% de un mercado que Brasil sigue demandando en la actualidad; no necesito que la economía brasileña crezca, preciso reconquistar ese 12% que tuvimos hace 16 años”. Y para eso recomendó más productividad.

Respecto del Mercosur, Segré instó a no tenerle miedo al futuro del bloque: “Durante 25 años hicimos acuerdos con cuatro bloques y cuatro países, de los cuales solamente uno, con Israel, es válido. Se han ido perdiendo los objetivos del mercado común y es tiempo de replantear la relación”. En ese sentido, reclamó un “acuerdo” regional para homologar legislaciones, tasas, impuestos o gravámenes internos que permitan “fortalecer realmente el proceso de integración”. Y en el caso de la Argentina dijo: “Sabemos pedir apertura para vender, pero la resistimos si alguien nos quiere vender a nosotros. Esto debe replantearse”.